La madre de Rapunzel estaba esperando su nacimiento cuando al ver a través de la ventana un cultivo de manzanas/rapunzeles, que pertenecían al predio de una bruja, desarrolló un antojo enfermizo de engullir los frutos, tan grande que habiendo debilitado su salud tuvo por desenlace "que si no los comía moriría" -totalmente occidental-romántico el personaje, pues si proviniera de una comunidad oriental practicante del taoísmo, la gusga mujer hubiera neutralizado el antojo y así eliminado el displacer-.
El padre preocupado por el chantaje de su mujer fue al huerto y hurtó una docena de las codiciadas frutas, pero no conforme con ello la mujer pidió al día sieguiente más -no tenía llenadera-, fue entonces al segundo día cuando al deslizarse por el sembradío el marido se topó con la nariz arrugada de la bruja. El trato fue este: la bruja le permitiría llevar cuantos frutos necesita para aplacar la glutonería de su mujer a cambio de la bebé que estaba por nacer. Intercambiaron a su hija por un surtido de manzanas/rapunzeles -la moraleda nos dice que es un buen trueque cambiar a nuestros vástagos por golosinas-.
La madre de Perseo era la princesa de un reino, pero temiendo ser asesinado por su nieto, según las predicciones de un oráculo, el rey mandó encerrar a su hija en lo alto de una torre de modo que no pudiera conocer varón -me encanta esa frase-. Por su parte Rapunzel vivía también en lo alto de una torre sin accesos, retenida ahí a partir de los 12 años por su tutora la bruja. Mientras que la Madre de Perseo procreó con Zeus convertido en lluvia, Rapunzel "nadamás enamoró"-ahh que moralinos- al principe que subió trepando por su trenza -el principe era un trepador, aparte de irrumpir en torres ajenas sin invitación-, del modo que lo hacía la bruja.
Cuando el rey supo que su hija estaba esperando a un niño la metió en una caja y la lanzó al mar. En cambio, al enterarse la bruja -la madre de Rapunzel pues ella la había criado- que la había estado engañando y metía a su torre hombres cuando ella no estaba -en la noche, a quién le quedará el saco-, le cortó el cabello y la abandonó -por ingrata-.
Es curioso como en la Tragedia el personaje ruín en facilemente antagónico, tal es el caso del abuelo de Perseo que los lanza a él recién nacido y a su madre al océano para que se ahoguen, cuando en los cuentos de hadas infantiles, la bruja del cuento de Rapunzel es la antagonista, cuando es ella la que cuida de la niña cuando sus padres se la entregaron a cambio de una porción de su cosecha de manzanas/rapunzeles, practicamente es ella su tutora y aún así se le describe como malvada -Hazme el chingado favor-. Analicemos los personajes que aparecen en este cuento infantil, pensemos en esas pubertas que abren la ventana para que sus pitufos -azul pero sin llegar a ser principes- entren de noche cuando la madre no está o venga Zeus convertido en lluvia y sin darse cuenta las induzca a estar en la condición de concibir un hijo:mitad humano, mitad mito. Si la niña fue precoz las lecturas infantiles que le leyó, le pueden dar un motivo Señora.
El padre preocupado por el chantaje de su mujer fue al huerto y hurtó una docena de las codiciadas frutas, pero no conforme con ello la mujer pidió al día sieguiente más -no tenía llenadera-, fue entonces al segundo día cuando al deslizarse por el sembradío el marido se topó con la nariz arrugada de la bruja. El trato fue este: la bruja le permitiría llevar cuantos frutos necesita para aplacar la glutonería de su mujer a cambio de la bebé que estaba por nacer. Intercambiaron a su hija por un surtido de manzanas/rapunzeles -la moraleda nos dice que es un buen trueque cambiar a nuestros vástagos por golosinas-.
La madre de Perseo era la princesa de un reino, pero temiendo ser asesinado por su nieto, según las predicciones de un oráculo, el rey mandó encerrar a su hija en lo alto de una torre de modo que no pudiera conocer varón -me encanta esa frase-. Por su parte Rapunzel vivía también en lo alto de una torre sin accesos, retenida ahí a partir de los 12 años por su tutora la bruja. Mientras que la Madre de Perseo procreó con Zeus convertido en lluvia, Rapunzel "nadamás enamoró"-ahh que moralinos- al principe que subió trepando por su trenza -el principe era un trepador, aparte de irrumpir en torres ajenas sin invitación-, del modo que lo hacía la bruja.
Cuando el rey supo que su hija estaba esperando a un niño la metió en una caja y la lanzó al mar. En cambio, al enterarse la bruja -la madre de Rapunzel pues ella la había criado- que la había estado engañando y metía a su torre hombres cuando ella no estaba -en la noche, a quién le quedará el saco-, le cortó el cabello y la abandonó -por ingrata-.
Es curioso como en la Tragedia el personaje ruín en facilemente antagónico, tal es el caso del abuelo de Perseo que los lanza a él recién nacido y a su madre al océano para que se ahoguen, cuando en los cuentos de hadas infantiles, la bruja del cuento de Rapunzel es la antagonista, cuando es ella la que cuida de la niña cuando sus padres se la entregaron a cambio de una porción de su cosecha de manzanas/rapunzeles, practicamente es ella su tutora y aún así se le describe como malvada -Hazme el chingado favor-. Analicemos los personajes que aparecen en este cuento infantil, pensemos en esas pubertas que abren la ventana para que sus pitufos -azul pero sin llegar a ser principes- entren de noche cuando la madre no está o venga Zeus convertido en lluvia y sin darse cuenta las induzca a estar en la condición de concibir un hijo:mitad humano, mitad mito. Si la niña fue precoz las lecturas infantiles que le leyó, le pueden dar un motivo Señora.
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