El principe errante

jueves, 25 de marzo de 2010
En su viaje conoce las penas que nunca imagino en su comoda juventud. Al escapar de su destino regio tuvo que pagar el precio de la libertad, y con esto, solo se adolecia de no tener mas en sus brazos a la mujer santa que corrompio con sus encantos principescos. Ella pago el precio de conocer el placer en la sociedad que se lo habia prohibido. Y sabiendo el principe que su diosa habia sufrido la pena capital abandona todo lo que conoce. No tiene mas proposito que ir lejos, y asi lo hace, y con cada paso perdia un poco de su porte, elegancia, belleza... dio lugar, ya avanzado en tramo, a un harapiento indigente que deambulaba entre aquellos que en otra historia debia dominar. Y esto le parecio justo, pues se veia ahora como un ser repugnante que no era mejor a los otros seres repugnantes... y al borde de su muerte en el abandono, la peluda figura de la venganza aparecio ante el, y lo salvo. La venganza la entendio contra si mismo... y asi la confundio con redencion, volviendose esclavo de un ente superior. Ahora el principe es un aventurero, con una mision divina que acata sin comprender.

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