El Dogma

martes, 2 de marzo de 2010
Casi todos nosotros, desde pequeños hemos recibido ideas y concepciones de la realidad de las personas a nuestro alrededor. Ideas que constituyen tradición, luego cultura y que predisponen en gran medida nuestro modo de vida. Muchas de estas enseñanzas jamás se ponen en tela de juicio por la persona que las recibe por razones diversas como puede ser un alto nivel de convencimiento, el amor o temor reverencial de la persona que nos ha enseñado o porque todos parecen aceptar la misma idea, pero al hacerse parte de la persona esta enseñanza no razonada constituye un principio de dogma, pues en muchos casos la persona asumirá que se trata de una verdad que no tiene necesidad de discutirse o razonarse… este es el dogma, uno de los peores venenos de la individualidad.

Crecemos creyendo en la existencia de un dios (digamos que este es el dogma básico de muchas personas). Creemos también que a cierta edad se debe comenzar una vida en pareja, y que esta debe estar basada en el amor y otros principios y que por ningún motivo debe ser esta unión entre los del mismo sexo. Creemos que necesitamos vivir en sociedad y que quien se aleja de esta es porque tiene un problema. Creemos que la sexualidad tiene reglas ajenas a tu gusto y necesidad. Creemos que la felicidad va en función de la felicidad de los demás o de los logros obtenidos. Creemos que debemos amar a la patria, la religión y la familia. Creemos el estándar de belleza que los demás aprecian. Creemos en la existencia de fantasmas y chaneques. Creemos muchas cosas pero… ¿Qué tanto sabemos de ellas?

Y es que a veces el problema no es la idea, no todos los dogmas son malos (si no tomamos en cuenta que el dogma es malo en si mismo) el problema consiste en que estamos muy aferrados a percepciones que nunca nos tomamos la molestia de analizar y tanta fe tenemos en ellas que las consideramos “el bien” o “lo correcto” y buscamos, por hacerle un favor a la humanidad, imponérselas a nuestros semejantes, para que también ellos puedan beneficiarse de nuestro gran e infalible conocimiento.

El dogma tiene diversos efectos nocivos, y solo por señalar algunos encontramos que muchas guerras han sido ocasionadas por ideas dogmáticas (defender la fe, la superioridad de alguna raza o que la expansión es conveniente), muchas familias se desintegran debido a las ideas rígidas de algunos miembros cuando los otros no las comparten, muchos estados han cerrado sus puertas por dogmas también. Pero el efecto mas grave es sobre la personalidad, porque esta se reprime, es incapaz de expresar sus sentimientos y satisfacer sus necesidades porque estas se oponen a lo que te han enseñado como correcto. Y entonces posiblemente, un buen día (o mal día) esa persona se encontrara con que muchas de las cosas que asumió como verdad no lo son y se derrumba su cosmovisión y entonces se comienza a preguntar si debió vivir su vida de una manera mas personal y menos convencional, si seria feliz al haber hecho caso a sus impulsos y posiblemente llegue a la conclusión de que hecho a perder su vida, simplemente por vivirla como le dijeron en lugar de vivirla como quería.

Y contra el dogma solo existe un antídoto: la razón, y es que la razón nos indica que una idea que nunca ha sido analizada, contrastada o puesta en duda esta mas cerca del error (y por lo tanto del arrepentimiento) que una idea que ha pasado la prueba de la razón.

Una advertencia, muchos podrían creer que el dogma solo rodea a los conservadores y que los liberales, progresistas o futuristas están libres de esta situación, pues adivinen, esto también es un dogma como puede serlo cualquier conocimiento que llega a una persona de cualquier ideología y nivel cultural.

Así que cuidado con el dogma, el veneno de la personalidad que debe ser vencido con el ejercicio continúo de la razón… ¿o será que ese es mi dogma? No, se trata de una broma, yo me cuestiono constantemente sobre mis creencias para convertirlas en conocimiento.

6 comentarios:

Vasto dijo...

"tanta fe tenemos en ellas que las consideramos “el bien” o “lo correcto” y buscamos, por hacerle un favor a la humanidad, imponérselas a nuestros semejantes, para que también ellos puedan beneficiarse de nuestro gran e infalible conocimiento".

Me encanta esa imagen mesiánica del que cree que sabe lo correcto y quiere transmitirlo por doquier, ya sea tocando puertas los domingos, dando cátedra en alguna escuela, reuniéndose en asociasiones o publicando en un blog (rocazos para todos lados).

"Y contra el dogma solo existe un antídoto: la razón".

Como lo mencionas en el párrafo de cierre, la razón también puede convertirse en dogma -no olvidemos a los Racionalistas frente a los Empiristas-. Al final parece que sólo ha de quedarnos la duda.

Roberto dijo...

si y no, en algun punto nos queda la duda, pero la duda puede dar certezas.
Saludos a Descartes

Vasto dijo...

Evocaba a la duda del Escepticismo no a la duda metódica (Descartes). En primer término ya difiero de que el pensar, tener en cuenta o la conciencia de existir sea previo al hecho mismo de estar existiendo. Racionalista, dogmático por supuesto, lo subraya su frase y lo resalta su método. "Pienso luego existo", "Razonar antes que ser".

En este aspecto le daría el visto bueno a Kant, pues concilia a las posiciones antagónicas mediante la Filosofía trascendental(Empirismo - Racionalismo), que articula experiencia y razón como herramientas para adquirir o producir conocimiento.

A mi parecer la duda no ha de pretender brindar certezas, en todo caso tendría el objeto de afirmar que no es posible tener certeza alguna, posición en la cual se opone tajantemente al dogma, antes que negandolo, desvirtuando cualquier soporte que este pueda tener.

Como lo suscribe Kant, sospecho de la razón porque a diferencia de la experiencia es muy complicado descubrir y observar si hay un fallo rotundo en un razonamiento, precisamente porque no hay forma de percibirlo de otra forma que por la razón misma. Finalmente considero que es un instrumento necesario -desconozco si en sí mismo necesario o es una necesidad sugerida por la época que propone cuestionarse todo- y su uso es practicamente un requerimento para el diálogo actual. La cuestión no es respecto a usar la razón, sino a no usarla en esta era o a concederle todos los atributos que certifiquen que algo es cierto o verdadero.

Roberto dijo...

Nunca dije que primero se tiene conciencia de la existencia y luego se existe, y creo que tampoco es la intencion de Descartes. Su formula significa que COMPRUEBA su existencia previa al dudar de ella. Afirmar que se existe solo despues de tener conciencia de ello es absurdo, como tambien es absurdo dudar la existencia de lo que realiza una accion.
Ciertamente lo anterior crea una dogma en estricto sentido, y el problema de mi texto es que utilizo el dogma en un sentido muy lato, al punto de ser incorrecto (porque el proposito del texto es acercar estas ideas a quien no tiene tanta formacion filosofica), por lo que no resiste un analisis filosofico.
Ciertamente el dogma puede ser producto de la razon, y aunque la razon puede fallar, dificilmente un producto de un mal razonamiento sobrevivira las criticas lo suficiente, como para convertirse en dogma. Sin embargo te concedo que puede suceder.
Por otro lado, yo no asegure que la duda pretenda brindar certezas, dije que tiene la posibilidad de hacerlo. Y yo considero que su objeto no es afirmar que no es posible tener certeza alguna (lo curioso es que si asi fuera, esto seria una certeza producto de una duda), sino reconocer la incapacidad de conseguirla, sea en el momento o posteriormente.

Vasto dijo...

Convengo en ello.

Saludos.

Netto dijo...

Empirismo contra Racionalismo. Bueno, pienso que no tenemos que experiementar todo de primera mano para deducir si es factible o no como una verdad al menos en nuestra realidad, aun que concuerdo que para sacar una mejor conclusion no hay nada como obtener la informacion de primera mano. El razonamiento lo formamos del cumulo de conocimientos que vamos adquiriendo durante nuestro desarrollo intelectual, asi que creo que es inebitable caer en el dogma hasta tener cierto nivel intelectual que nos permita cuestionarnos una idea y llegar a una conclusion mas confiable y viable. Lo unico que podriamos concluir es que la duda siempre debe estar presente. Saludos

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