Un pesado lastre impide el buen desarrollo de la ciencia del hombre: el humanismo. El egoísmo del humano como especie, lo ha llevado a considerarse imagen y semejanza de algún Dios, y con ello, han llegado las grandes dificultades al intentar una definición que lo abarque completamente. ¿Por qué no podemos estudiar al hombre como se estudia a las hormigas?, Por qué podemos definir tan claramente lo que es un perro o un gato y sin embargo, hablar de una definición de “hombre” constituye un problema filosófico.
La conducta del hombre está totalmente determinada por el entorno, es predecible y manipulable. Somos bestias reaccionarias, instintivas, viscerales y la razón es sólo otro constructo represivo social. Es la intención de la ciencia de la conducta (psicología conductual), desarrollar una “tecnología de la conducta humana”, que sirva a las sociedades como herramienta para eliminar conductas indeseables o negativas y fortalecer las positivas o necesarias.
Generalmente esta manera de pensar al hombre resulta incómoda, y se debe precisamente a lo arrellanado de la otra concepción del hombre como un agente libre, digno, capaz de tomar sus decisiones y auto-crearse. De esta manera se obstaculiza el trabajo del científico que ha descubierto la manera de controlar la conducta del hombre y que necesita para continuar, deshacerse de esas ideas de libertad y dignidad que no hacen más que estorbar e impedir la acción de una tecnología tan necesaria.
El determinismo no es propio de la psicología, es una doctrina que se encuentra en muchos ámbitos del trabajo intelectual. Según Marx: “El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de vida social, política e intelectual en general”. Para Martin Heidegger, el hombre está determinado por el lenguaje. Según Freud, es el inconsciente lo que define nuestra conducta.
Es tiempo de una tecnología de la conducta. Es hora de que la ciencia se deshaga de esas concepciones humanistas y acepte la maleabilidad de la conducta humana. El científico debe tener el campo libre para actuar y llevar los descubrimientos del laboratorio a la vida social. El hombre ha disfrutado demasiado de esa posición de rey de la creación. Y se ha vanagloriado de tener el cerebro más grande.
Además, quien se crea libre y auténtico queda invitado a reflexionar sobre la ropa que viste, el lenguaje que utiliza, lo que planea hacer con su vida y todas las normas que la vida en sociedad nos ha impuesto. Según Rousseau, la inserción del hombre en la sociedad es en sí un acto de violencia. Somos el animal humano condicionado para reprimir todas sus pulsiones y poder vivir en paz.
Debemos notar también, que esto de controlar las conductas no es nuevo y no somos ajenos a ello. Los estudiosos de la mercadotecnia saben, con una facilidad que asombra, influir en la conducta de las personas. Sabemos que ciertos colores, sonidos, texturas, provocan determinadas reacciones o respuestas. Watson pensaba: “Denme media docena de niños y haré de ellos lo que quiera independientemente de sus incitaciones innatas”.
En occidente se ha dado demasiada importancia a la idea de individuo. Todas esas idealizaciones de libertad, conciencia, dignidad no tendrían el mismo sentido si nuestra cultura no ponderara lo individual sobre lo social o grupal. La vida en sociedad exige sacrificios que el individuo ya no está dispuesto a hacer porque se ha perdido la idea de comunidad. Al mono desnudo ya no le interesa la manada.
Al diablo con el humanismo, la libertad, la dignidad, igualdad, fraternidad, conciencia, derechos humanos, felicidad y con todo lo que nos impida estudiar al hombre como un mono desnudo.
Rigoberto Pantoja
8 comentarios:
De Lunera...
IX. Deshebrando ideologías.
El humanismo pendiendo de la cruz es inmolado, se le extirpan las piernas; arrastrándose clama: una caridad por el humanismo, caridad para el humanismo.
Saludos.
Concuerdo con usted. El humanismo se esta perdiendo y nos volvemos seguidores solo de ideas pragmaticas y rentables. Y es en esa manera como se esta criando a los nuevos humanos, a valorar las ideas por mera Rentabilidad o por lo que puede ofrecer a la sociedad. Saludos =).
Viva el pragmatismo!!!
Pesado lastre para algunos es el antropocentrismo. Mas para otros pesado es no conocer su propia verdad, el saber que no se sabe, lo que se hace y no se comprende ni su razón ni su origen. ¿Porque abarcar completamente al sujeto si bien se sabe que externa, intrínseca e isomorficamente tiene siempre un sentido de la falta? Si el sujeto constituye un problema filosófico es meramente por eso y porque la verdad global y absoluta que la filosofía busca jamás lo encontrara en un ideal de la masa, ni siquiera en términos metafísicos.
¿Porque no podemos estudiar al sujeto como se estudia a las hormigas? Porque un sujeto no es una hormiga.
La conducta del sujeto es un mero residuo, si le damos un valor entonces lo tomamos como un medio para dar cuenta de un proceso mental, un proceso de la psyque. ¿Que si la conducta es predecible? ¿Que si es manipulable? Multifactorialmente lo puede ser, sin embargo no es relevante, si a un sujeto le pinchan con una aguja podrás predecir su conducta, pero no lo que pensó del evento, mucho menos fantasear y de ninguna manera que habrá deseado para quien efectuó tal acto.
El sujeto no es instintivo, es pulsional. El sujeto mitiga sus deseos mas nunca su falta, el instinto obedece a una lógica cuadrada, a una lógica donde innatamente el ser vivo que se rige por ella no sabe porque hace lo que hace, pero le garantiza en la medida de lo posible su supervivencia y la conservación de su especie. La pulsión se rige por una lógica circundante, cíclica e interminable... ni siquiera el lenguaje es capaz de direccionarla vectorialmente. Que yo sepa hasta ahora, no existe ninguna colonia de hormigas parlante.
La hormiga cuando quiere comer come, cuando hay que aparearse se aparea, cuando hay que dormir se duerme, sin ninguna dificultad. Se ha conocido a un sujeto capaz de efectuar esto en función de solo la necesidad y en función de cuando quiera hacerlo?, ¿La manipulación de la conducta puede hacer algo al respecto?, no.
Si al sujeto no le agrada la idea de ser reducido a una serie de condicionamientos y respuestas tanto endógenas como exógenas es porque el paradigma científico de eso se trata. La ciencia al parecer ignora mucho las implicaciones sujeto-objeto, solo trabaja vagamente con lo real, ignorando lo imaginario y lo simbólico, ignorando el vasto mundo de la subjetividad de cada quien.
La psicología científica no hace gran cosa con el sujeto, busca conceptualizarlo a la mínima expresión y bajo esta premisa la ingeniería de la conducta (porque así la llamo Skinner en su libro "Walden Dos") no tiene buenos fundamentos para ser necesaria.
...(continua en el siguiente comentario)
El determinismo psíquico es más propio de la psicología que el hermetismo minimalista del estudio de la conducta. No olvidemos el concepto etimológico de psicología por favor. El tiempo de la tecnología de la conducta se quedo enterrado en un pasado victoriano, donde a lo mejor no había conductismo como tal pero es donde quedo enterrado todo fracaso positivista, de las manos pioneras de Charcot y del golpe certero, clave y final del trabajo Freudiano.
La psicología científica tuvo su tiempo para intentar tratar el sufrimiento humano, nunca lo logro y si ahora no tiene el campo libre es por el fracaso del que se hablo anteriormente.
El hecho de que los sujetos vistamos similar y tengamos un lenguaje en común no nos priva de tener nuestro propio inconsciente. Si bien Freud en "El malestar de la cultura" nos habla sobre el procedimiento de como el sujeto se estructura para vivir en sociedad bajo una moral y un supuesto sentido de buscar el bien común.
El animal humano no está condicionado para reprimir pulsiones y vivir en paz, no hay que confundir peras con manzanas, no puede haber un manifiesto conductista dándole crédito a un término tan fundamental en psicoanálisis como es la pulsión. Por otro lado, si bien se sabe que en el desarrollo psicosexual de los sujetos existe un narcisismo primario y después emerge uno secundario (dependiendo de la estructura clínica), no parece factible abusar del concepto queriéndolo llamar rey de la creación.
Controlar las conductas no es nuevo, el problema es que convertirlo en una supremacía es algo iatrogénico. Ahora el trabajo de la mercadotecnia para atraer al consumidor se explica mejor con esquemas psicodinamicos, ya que un anuncio puede influir en la conducta, sin embargo esta conducta no necesariamente es una de consumo; lo que realmente lleva al consumo es el proceso psíquico que se produce y si es posible, su efecto subliminal/inconsciente en el sujeto. Si Watson presumió de poder hacer de 6 niños lo que quisiera, pues lo único que quedo documentado es vergonzoso resultado (consultar el caso del bebe Albert).
El sentido de individualidad muchas veces es confundido con lo que vagamente llaman egoísmo. Esas idealizaciones de libertad, consciencia o dignidad son mero sentido en lo imaginario, son como un a=b para remarcar con son alguien, o algo. No necesariamente estas idealizaciones nos tengan que llevar a no preocuparnos por los demás, una supremacía de la individualidad no tiene porque infringir a ideales constructivos en grupo o masa.
Querer erradicar los significantes de libertad, dignidad, igualdad, fraternidad, consciencia o derechos humanos, implica un problema de despersonalización donde la triangulación psicobiosocial pierde su ángulo más importante... la psicología de cada quien, la supremacía de la verdad de uno mismo o decir su vinculamiento con el inconsciente que mas que ser mágico o misterioso es un concepto estructuralista. Nos supeditaríamos a una línea de causa efecto entorno - soma, exacta y precisamente como el animal que no habla... solo que será uno defectuoso para tal fin, por ser un humano.
Saludos.
Y si preguntamos al reves ¿por que no podemos estudiar a las hormigas como se estudia al hombre? Nos resulta mas facil ser eruditos de la naturaleza de lo que nos es ajeno.
Y si somos un mono desnudo, pero una vez que aprendimos a vestirnos con todos los colores que nos gustan nos hemos convertido en algo nuevo.
El humano y su metamorfosis.
El malestar en la cultura es un libro de poesía. ¿Para qué nos sirve la ciencia o el método científico si cada quien puede decir lo que quiera mientras suene lógico? Para Tales de Mileto era el Agua, para Foucault era el poder, para Schopenhauer la voluntad y para Freud toda esto que se nota, usted domina. ¿Sentido de falta?
No me considero un fanático de las ciencias. Pero cuál es el punto de estudiar cualquier ciencia si al final nos lleva al subjetivismo. ¿Siquiera se puede llamar ciencia? No hablo del psicoanálisis, las “ciencias” humanas se han mudado de lo general a lo particular. Del Erklären al Verstehen, y creo que ahí se ha perdido algo importante.
La ingeniería de la conducta es necesaria y considero humildemente que tiene tanto fundamento como “lo imaginario y lo simbólico y el Vasto mundo de lo subjetividad de cada quien”. El mismo “concepto epistemológico de la psicología” (por favor). El golpe certero, clave y final del trabajo Freudiano constituye el ancla que impide el desarrollo de la verdadera ciencia.
¿Cuál es el problema con lo iatrogénico y con el baby Albert? ¿una supremacía de la individualidad no tiene porque infringir a ideales constructivos en grupo o masa? ¿supremacía de la verdad de uno mismo?
Creo que valdría la pena al menos como ejercicio o pasatiempo, olvidar lo “humano” que nos impide concebir el “estar subordinado a una línea de causa efecto entorno - soma, exacta y precisamente como el animal que no habla...”
Saludos y Gracias.
El malestar en la cultura no es un libro de poesía, es una obra donde Freud aplica acertadamente muchas de sus teorías y conceptos para describir cómo es que la pulsión lidia con su dualismo entre lo biológico y lo cultural, entre lo inexpresable e inmensurable y lo retorcido, imponente, moral y humano. La ciencia o el método científico pueden servir para muchas cosas, de hecho no difiero de la ciencia, mas si de la psicología científica. Para los autores que has mencionado podemos identificar una diferencia importante y primordial con respecto a Freud: mientras un filosofo, diciéndolo de forma burda y genérica ha tratado de encontrar la verdad absoluta, Freud siempre hablo de la verdad de uno mismo... pero no en el contexto humanista convencional. Digamos que el sujeto es sujeto porque delira siempre estar en falta (premisa cristalizada por Lacan) y también cree ser sus síntomas, es por eso que encontramos gente en muchos lados decir "es que así soy yo y si no te gusta pues te friegas”.
El subjetivismo y el hecho de ir de lo general a lo particular creo yo que es más que nada en estos tiempos un punto partida de algo que muchos comprenden es necesario dejar de ser. Ese estar subordinado a una línea de causa efecto – soma, exacta y precisamente como el animal que no habla, tiene que ver con una situación y un escenario que está sucediendo y que al parecer se ha vuelto una forma global y casi universal de vida. ¿No es eso lo que un sistema de gobierno busca? O, ¿Al menos no es ese el cliché del perfil y estructura psicológica que un gobierno busca del resto de las concurrencias? ¿No es un problema para muchos idealistas el estar rodeado de gente que cumple con esas características?, ¿No es más común de lo que pensamos encontrar gente que cumple con los criterios del ese ejercicio o pasatiempo que sugieres?
Lo que comúnmente el humanismo aboga por los hombres y mujeres son conceptos imaginarios, conceptos que si bien son imaginarios no quiere decir que no tengan un efecto en el cuerpo y en el discurso, tampoco quiere decir que deban ser descartados. Yo humildemente considero que a los sujetos les viene mejor el problema filosófico y la batalla existencial y estructural con los conceptos herméticamente humanos (que, curiosamente llevan al eros y subliman la pulsión de muerte) que arrinconarlos y comprimirlos a un problema de lo lacanianamente... real.
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